Vigo tiene sed de su Cristo de la Victoria

2022-08-08 10:27:07 By : Ms. Tina Zhou

La figura del Cristo de la Victoria ya se encuentra preparada en su carroza para la procesión que partirá a las siete y media de esta tarde desde la basílica. Una quincena de cofrades lo descolgaron anoche de su lugar sobre el altar ante la mirada expectante de los feligreses que abarrotaron el templo. La operación se llevó a cabo con suma eficacia sin que este elemento simbólico de la ciudad sufriera ningún daño, bajo las órdenes del secretario de la Cofradía, el abogado vigués Carlos Borrás. Ayudados con cuerdas, lo fueron bajando hasta que lo portaron a hombros hasta la cabecera de la nave central. Los fieles estaban ansiosos de poder rendir honores al Cristo tras dos años de ausencia, pero no pudieron besarle como se hacía tradicionalmente antes de la pandemia. «Sería una irresponsabilidad», dijo por megafonía uno de los cofrades. Numerosos ciudadanos se arrodillaron y santiguaron frente a él, antes de que los cofrades se pusieran de nuevo manos a la obra y lo colocaran con mucho cuidado en la carroza del siglo XVIII que este año estrena una restauración que le ha devuelto todo su esplendor. Uno de los primeros en hacerlo fue el actor Manuel Manquiña, que hoy portará el estandarte en la procesión, responsabilidad que reconoce que le produce una profunda emoción.

El Concello instaló una pantalla gigante en el atrio de la Colegiata, que permitió que decenas de ciudadanos pudieran seguir desde la calle todos los actos religiosos. Numerosas personas comenzaron ya ayer a vivir el sentido religioso de la fiesta, portando velas para ofrecérselas al Cristo de la Victoria. «Hace 24 años que mi mujer es enferma mental. Desde que se curó hace nueve, no he faltado ni una sola vez», comentó Ángel Santiago Martínez Álvarez. Llevaba dos velas. «Lo hago por mí y por ella, que no pudo venir porque está con lumbalgia», dijo. «Mientras tenga piernas para andar, seguiré viniendo a la procesión», comentaba Francisco. Ayudada por unas muletas y con ganas de poder sentarse llegaba también al templo Clara Pérez. «Mientras yo pueda caminar y valerme por mí misma tengo que hacerla, por todos los míos».

«Que el Cristo nos dé sentidiño a todos, para que sepamos discernir lo bueno y positivo de los errores que conculcan la dignidad humana y respeto a la vida». El doctor José Ricardo Troncoso Durán pronunció un pregón cargado de humanidad y sentido religioso en los jardines del Pazo de Castrelos ante representantes de las diferentes instituciones de la ciudad.

El médico tuvo un recuerdo especial para su padre, José Troncoso Rojas, uno de los impulsores del policlínico Povisa, pionero de la cirugía ortopédica y la traumatología en España. «Tuve la suerte de tenerlo como principal maestro aprendiendo de él no solo conocimientos y técnicas quirúrgicas, si no su actitud ante el paciente. Me contagió su afición por la traumatología, que me ha servido para mantener el interés en el trabajo a pesar del transcurso del tiempo», afirmó en su discurso.

José Ricardo Troncoso pidió por las víctimas de la guerra de Ucrania, sus familias y todas las personas que ayudan de forma solidaria, para que los vigueses acudan al Cristo de la Victoria no solo en estas fechas, sino todos los días del año y ayude especialmente a los jóvenes. «Por nuestros planteamientos vitales, para que se centren en el servicio y el perdón y en evitar sentimientos negativos y evitar cualquier sombra de rencor en nuestras vidas».

El pregonero no pudo evitar referirse a la situación sanitaria y puso en valor el papel de los médicos de familia. Dijo que forman la base del sistema y que si esto falla, «el edificio de la sanidad se tambalea». «La dignidad de la medicina de familia y comunitaria debe recuperarse al nivel que corresponde. Se necesita más consideración y apoyo de las instituciones y la colaboración de los pacientes y sus familiares para no agobiar a los profesionales».

También alabó el trabajo en el hogar. «En estos tiempos parece que solo el trabajo profesional tiene importancia», expresó. También reconoció su admiración por los cuidadores de  dependientes y a las personas con discapacidades, que representan «los valores de la sinceridad, el cariño desinteresado y el buen humor». «Es necesario cuidar a los cuidadores para evitar el agotamiento que pueden sufrir en esta abnegada tarea», afirmó. Para José Ricardo Troncoso, la figura del Cristo crucificado es muy actual, a pesar de la tendencia actual de evitar el sufrimiento y las incomodidades. «La Cruz está presente en nuestras vidas. La percibimos en determinados momentos como enfermedades o dificultades económicas. No hay que inventarse cruces, llegan bien con las reales». En su opinión, el Cristo de la Victoria «es guía y vertebrador de la ciudad, elemento de unión, inspiración y consuelo de muchos vigueses, gentes de la comarca y de otros lugres que recurren a él en momentos de necesidad y también de alegría».

Los asistentes aplaudieron las palabras del pregonero. Acto seguido intervino el alcalde, Abel Caballero, que también pronunció un emotivo discurso. Entre los asistentes se encontraba el actor Manuel Manquiña, que portará el estandarte en la procesión del domingo, coincidiendo con el día de su cumpleaños. «Será un momento muy complicado. Voy a estar emocionalmente muy destrozado porque es mucha la carga emocional. Lo voy a disfrutar pero lo voy a pasar muy mal», afirmó. El secretario de la Cofradía, el abogado Carlos Borrás, señaló que este año la procesión será muy importante tras la interrupción durante dos años por la pandemia. Los feligreses renovarán la salida por las calles. «El paso estrenará la nueva Porta do Sol y contaremos con nuevos hitos como una soprano, corales, diferentes personalidades, y lo que más me enorgullece es que todas las parroquias de Vigo estarán con nosotros», afirmó.

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