El combustible sólido de residuos (CSR) que producirá la planta de clasificación de basura bruta del Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos en Asturias (Cogersa) encontrará mucha utilidad en industrias como las cementeras y otros procesos de fabricación como plásticos, según la previsión del Principado.
La viceconsejera de Medio Ambiente y Cambio Climático del Principado, Nieves Roqueñí, ha hablado del proyecto de Cogersa y sus salidas en la industria, en el marco de una jornada organizada este viernes por la Escuela de Verano de La Granda sobre economía circular para la descarbonización.
Cogersa va a dejar de depositar en su vertedero, primero porque hay un impuesto que va a gravar esa práctica y, en segundo lugar, "porque no se debe desperdiciar ningún material del depósito", ha explicado Roqueñí.
En ese tránsito, Cogersa construye una planta de tratamiento biológico de la basura que llega mezclada, de donde saldrán nuevos flujos de materiales que se aprovecharán como CSR.
Nieves Roqueñí ha destacado el reto que supone para Cogersa dar una salida al CSR que se va a generar en esa planta de clasificación de basura bruta, que arrancará en pruebas en el segundo semestre del próximo año, con una previsión de llegar a generar 162.000 toneladas al año.
La nueva infraestructura, que supone una inversión de 58 millones de euros, permitirá la recuperación de materiales del contenedor de basura mezclada, con una capacidad de entrada de 340.000 toneladas anuales de los residuos depositados en la bolsa negra, que son los que los ciudadanos no separan en origen.
Cogersa espera la recuperación de unas 84.000 toneladas anuales de materiales como plástico, chatarra o madera;160.000 toneladas del CSR, y 28.000 toneladas de material bioestabilizado.
Para estos dos combustibles de origen en los residuos, el biometano y el CSR, la viceconsejera ve una salida muy natural, por ejemplo, en las cementaras como Tudela Veguín.
Por otra parte, está el proyecto de transformación de La Pereda en una central de biomasa forestal autóctona y sostenible, además de varias iniciativas de investigación, algunas para la obtención de gas y otros combustibles a partir de los CSR, y otras para la obtención de materia prima para fabricar plásticos.
En la jornada se ha hablado de los fondos del Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia (MRR) asignados a Asturias, que supusieron 10,1 millones de euros en 2021 y 4,7 millones en 2022.
Esos fondos permitirán dar un impulso a la recogida separada de la materia orgánica que se genera en los hogares, los biorresiduos.
Un proceso que tiene una relación directa con la descarbonización porque de ellos es posible obtener un biogás, que es renovable, a través de un proceso de biodigestión como el que se está llevando a cabo COGERSA en sus instalaciones.
“La transformación de la economía a través de un proceso que va de lo doméstico a la industria es una pasarela muy interesante”, ha recalcado la viceconsejera.
La viceconsejera también se ha referido a otro reto basado en el agua para el que hay “proyectos muy potentes” en el ámbito de la regeneración de la residual para aprovechar, por ejemplo, los fangos de las depuradoras, que todavía tienen mucha materia orgánica que puede generar carbones vegetales.
“Esto es el balance perfecto para una economía circular que, en el caso de Asturias, tiene que contribuir también a que la industria se descarbonice”, ha declarado la consejera de Medio Ambiente.
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