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Charlène de Mónaco acaba de cumplir 44 años, y lo hace de la misma manera que vive su vida últimamente: rodeada de misterio y preguntas sin resolver. Puede que para un Grimaldi (o Hannover) de pura cepa 2021 no haya sido el peor de los años vividos en el principado ( quedarse huérfanos de madre antes de tiempo y las sucesivas desgracias familiares han hecho que Carolina de Mónaco y sus hermanos estén curados de espanto). Pero al menos uno de los miembros de la familia que gobierna La Roca sí marcará en rojo todos y cada uno de los meses de 2021: la princesa Charlène. Y ahora que hemos visto la felicitación que el Príncipe Alberto ha dedicado a su mujer en Instagram (un vídeo montaje con fotos inéditas de la ex nadadora desde su más tierna infancia, que pretende ser emotivo pero resulta de lo más inquietante) no sabemos si su nueva vuelta al sol ha empezado mucho mejor...

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Como cada 25 de enero Charlène suma un año más a su vida (y ya van 44), pero todo a su alrededor sigue siendo un completo misterio. Tras un año marcado por su ausencia, enfermedad, retiro y las amistades preligrosas, aún quedan muchas incógnitas por despejar sobre la princesa más complicada del panorama royal europeo, especialmente la más importante de todas: ¿qué le pasa a la princesa Charlène?

Sin duda el noviazgo y posterior boda real de una nadadora olímpica sudafricana con un príncipe que gobierna lo que los medios norteamericanos bautizaron como «parque temático para ricos» da para escribir su propia saga de misterio. Pero en 2021 el listón del misterio Charlène quedó muy alto: tanto que cuando empezó enero de 2022 ya no solo no sabíamos qué le pasaba sino que, además, no sabíamos ni dónde estaba.

La fecha real en la que Charlène abandonó Mónaco y se mudó involuntariamente a Sudáfrica nunca ha sido revelada (otro misterio). Debemos pensar que el viaje sucedió en marzo aunque a la princesa no se la veía en público en el principado desde enero. De marzo a noviembre, cuando finalmente regresó a casa junto a Alberto II y sus hijos, las teorías sobre qué le pasaba a Charlène se sucedían semana a semana. Durante esos meses de ausencia se habló de divorcio inminente varias veces, se escribió sobre el escándalo de un nuevo «hijo secreto» de Alberto de Mónaco y se apuntó a todo tipo de enfermedades terribles que debilitaban a la princesa.

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El entorno de Charlène no ayudó demasiado a apaciguar los rumores. Su cuñada admitiendo en público que Charlène no vivía en palacio o sus amigos contradiciendo a su marido y explicando en People que Charlène había estado a punto de morir en África echaron más leña al fuego de «¿qué está pasando con Charlène?». Pero en noviembre, con su desaparición final, el misterio de Charlène entró en una nueva dimensión: ya nadie sabía qué le pasaba a la princesa, es que directamente ni se la podía situar en el mapa.

Las teorías, por supuesto, se disparataron aún más. Que Charlène no volvería a ver la luz del sol por culpa de una cirugía estética que la había desfigurado la cara con la consiguiente depresión fue la favorita de la prensa del corazón española durante un tiempo. Mientras en Alemania publicaciones como la revista Freizet-Monat apostaban por embarazarla a los 43 años e incluso hablaban de un aborto espontáneo el año anterior que motivó una depresión. En Francia fueron más pragmáticos y aseguraron que se encontraba en Zurich ingresada en una clínica especializada en adicciones para desengancharse de su dependencia a las pastillas para dormir.

Vídeo. Las razones por las que Charlène no quería volver a Mónaco

La realidad es que Charlène cumple años el 25 de enero y no sabemos a ciencia cierta ni qué le sucede, ni en qué sanatorio suizo de postín se está recuperando de su «fatiga física y mental extrema» ni cuándo ni cómo va a volver a Mónaco junto a su marido y sus hijos. Charlène sigue siendo un misterio o quizá solo es, como apuntó Karl Lagerfeld, «una princesa que se aburre en palacio».

Como elemento de Tierra, Los Virgo son meticulosos en extremo y con una mentalidad analíticocrítica. Suelen ser racionales y lógicos, detallistas y muy minuciosos, con tendencia al perfeccionismo (y a sacarse faltas tanto a ellos como a los demás). Ver más

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