Cómo ahorrar conduciendo

2022-08-13 08:06:08 By : Mr. Allen Wang

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Esta lista de consejos comienza por los más importantes e imprescindibles sin los cuales nada de lo que hagamos va a funcionar con la misma eficacia. Es esencial la puesta a punto realizada en el taller una vez al año, sobre todo a los modelos con mayor antigüedad. Otra acción clave a la hora de reducir el consumo es la de llevar la presión adecuada en los neumáticos. Según el RACE, “conducir usando neumáticos con una presión de 0,5 bares inferior a la recomendada por el fabricante hace que el consumo aumente en un 2% en áreas urbanas y un 4 % en las interurbanas”. Además habría que tener en cuenta que en los viajes, cuando se viaja muy cargado, hay que aumentar dicha presión con la referencia del fabricante indicada en la tapa de la gasolina o en el marco de la puerta. De no hacerlo, además de subir el consumo, se incrementará el desgaste del neumático obligando a adelantar su sustitución. Y ya que hablamos de neumáticos, existe un tipo de gomas disponibles en casi todas las marcas con muy baja resistencia a la rodadura, ideales para ayudar a reducir el consumo (hasta un 3%) y con precios muy similares a los neumáticos normales.

El gasto de combustible también se reduce de forma muy marcada con la tendencia a conducir en la marcha más larga posible, incluso en ciudad respetando los límites. Y es que los motores actuales permiten y responden bien aunque circulemos en marchas largas a muy bajas revoluciones con el motor muy desahogado y consumiendo lo mínimo. En este sentido es muy recomendable no apurar las marchas cortas a no ser que arranquemos en una cuesta muy pronunciada. Y tomar como referencia que antes de llegar a 50 km/h ya deberíamos haber engranadola 4ª o 5ª marcha. Volviendo a la ciudad y si el coche no cuenta con el sistema Start/Stop, es muy recomendable parar el motor en detenciones 50 km/h ya deberíamos haber engranado la 4ª o 5ª marcha. 

Está comprobado que entre el 30 y el 50 % del gasto de combustible depende de la manera de conducir de su propietario. Por eso es necesario seguir unas pautas. Por ejemplo, conducir a una velocidad moderada y constante, sin altibajos ni cambios constantes de ritmo, y mantener la distancia de seguridad, lo que nos permitirá circular a una velocidad constante sin tener que ir pendiente del freno. En la salida de los semáforos se debe acelerar de una manera progresiva y cambiar aprovechando el mejor rendimientodel motor. De lo contrario se va a llegar al siguiente semáforo algunos segundos antes que el resto, pero consumiendo tres veces más. También sería interesante, si es posible, anticiparse y dejar de acelerar al ver a lo lejos un coche, un camión o un autobús que circula más despacio para llegar con inercia en retención sin gasto de combustible. Esto es mucho mejor que seguir acelerando hasta dar alcance al vehículo que nos precede y frenar para, más tarde, tener que recuperar esa velocidad para lo que el motor tendrá que revolucionarse de nuevo con el consiguiente gasto. Anticiparse permite no solo ahorrar combustible, sino también pastillas de freno.

Llevar el aire acondicionado conectado sin necesidad supone que el consumo aumente entre un 10 y un 20 %. Por eso hay que optimizar su uso y, por supuesto, llevar las ventanillas cerradas en carretera. Porque todo lo que suponga romper la aerodinámica de un vehículo está asociado irremediablemente a consumir más. En este sentido y si el maletero se queda pequeño, conviene recurrir a un baúl o portaobjetos de techo cerrado y con formas aerodinámicas y no a poner los bultos sin orden en una baca atados con pulpos, ya que, además de peligroso, aumentará mucho el consumo. Y quizá hubiese cabido más equipaje en el maletero de haber hecho limpieza antes de emprender un viaje. El conductor español tiene tendencia a convertir el maletero de su vehículo en una especie de trastero donde tiene cabida todo lo que uno se pueda imaginar y en realidad hoy en día son muy pocas las cosas necesarias. Por último, antes de emprender un viaje es aconsejable consultar la web de la DGT (www.infocar.dgt.es/ etraffic/) donde encontrará información en tiempo real sobre todo tipo de incidencias (retenciones, obras, lluvia, itinerarios alternativos...) que nos evitarán gastar combustible en atascos. Además, si nuestro destino es nuevo, lo ideal será dejarse guiar por un navegador que nos aconsejará la mejor ruta.

1.-  Ya no hay que buscar un modelo utilitario pequeño para encontrar cifras de consumo muy bajas. 2.-  En los últimos años se han multiplicado las tecnologías de cara a reducir consumos. 3.-  Aunque nos fiemos mucho del consumo medio más bajo, ese no siempre resulta ser el dato clave para hacer la elección más adecuada. 4.-  El diésel sigue siendo la tecnología más eficiente y la más recomendable cuando se recorren muchos kilómetros al año. 5.- No hay que fiarse demasiado de la cifra de consumo medio, que es muy baja, en los híbridos enchufables. La realidad es que cuando se acaba la carga de la batería el consumo se dispara.

Sin contar a los eléctricos puros, los que anuncian consumos más bajos, incluso casi increíbles, son los que utilizan la tecnología híbrida enchufable, los denominados Plug-in o PHEV. No es raro ver cifras poco creíbles como 1,0 l/100 km de gasto medio homologado. La explicación es fáci: además de un motor de gasolina o diésel, llevan batería recargable que permite una autonomía de uso en modo eléctrico de entre 60 y 100 km. Su consumo homologado tiene en cuenta esos primeros kilómetros en los que no se gasta combustible y mide solo lo que se consume cuando se agota la batería. Ahora bien, normalmente estos modelos pesan más y llevan motores potentes, por lo que cuando se agota la batería y se propulsan con gasolina o diésel, el gasto se vuelve bastante más alto, entre 6 y 8 litros en autovía y algo más en autopista. En el lado positivo, un conductor que recorra a diario alrededor de 50 o 60 kilómetros tras cargar la batería en modo nocturno ahorrará una buena cantidad de dinero, además de tener derecho a la etiqueta 0 de la DGT con todas las ventajas que conlleva. 

Históricamente ha sido el segmento de los utilitarios el que siempre ha anunciado unos consumos más ajustados, sobre todo por tamaño, peso y baja potencia de sus motores. Sin embargo, la constante incorporación de tecnologías de vanguardia en busca de la reducción del gasto de combustible en los segmentos medios y superiores, ha conseguido, incluso del segmento SUV o Todocamino, una horquilla de consumos más que razonables. En parte gracias a la llegada de la tecnología híbrida enchufable o Plug-in (ver recuadro). Les detallamos los más ahorradores por segmentos:

Los 5 modelos que menos consumen de esta categoría son híbridos enchufables con precios que parten de los 32.000 euros, potencias entre 141 y 218 CV y consumos entre el 1.0 y los 1,1 l/100 km. Son los Mercedes “A250e”, Seat “León e-Hybrid”, Hyundai “Ioniq Hybrid”, Peugeot “308 Hybrid” y Opel “Astra PHEV”. El diesel que menos consumen es el Citroën “C4 HDI”(4 l/100km) por 21.000 euros.  

Los dos modelos que menos gastan equipan la tecnología híbrida auto recargable. Son el Mazda “2 Hybrid” y del Toyota “Yaris 120H” también híbrido, (el mismo coche pero con diferente marca). Ambos con etiqueta ECO, y un consumo de 3,8 l/100km, que es el más bajo de todos los coches a la venta en nuestro país, sin ser híbridos enchufables y precios que parten de los 19.000 euros. En diésel, aunque sin la etiqueta ECO, está el Peugeot “208 BlueHDI” con 100 CV y 4,0 l/100 km.  

En el segmento de moda encontramos prácticamente todas las tecnologías: gasolina, diésel, híbrido ligero, hibrido enchufable o gas. La cifra más baja es la del Toyota “RAV4 Plug-in” (1.0 l/100 km) pero que cuesta 47.000 euros. Con precios más bajos, aunque ya sin etiqueta 0 de la DGT, el mejor consumo es el del Volkswagen “T-Roc TDI” (4,6 l/100 km). Si prefiere gasolina, hay un Kia “Xceed” con micro hibridación y 136 CV que gasta 5,0 l/100 km por 25.175 euros.

El Skoda “Octavia” arrasa entre sus rivales. Y lo hace en cualquiera de sus cinco tecnologías. Hablamos de un gasto entre 1 l/100km (versión PHEV de 204 CV, por 34.000 euros) y los 5,2 l/100 km (de la versión de gasolina sin ayudas técnicas ), nada mal para una berlina de 4,69 metros de longitud).  

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